Cuando tenemos pareja pero aparece otra persona que nos atrae o con la que sentimos cierta conexión, pueden activarse todas nuestras alarmas: ¿es posible enamorarse de otra persona teniendo pareja? ¿se puede tontear con alguien teniendo pareja? ¿por qué siento conexión con otra persona que no es mi pareja? Si actualmente te encuentras en esta situación, queremos transmitirte un mensaje de calma. Sentir atracción por alguien distinto a tu pareja es una experiencia muy común y no significa necesariamente que haya algo mal en tu relación o que no quieras a tu pareja. En este artículo, explicaremos qué ocurre detrás de estos sentimientos y cómo manejarlos.
Que nos atraiga o pensemos en otras personas estando en pareja es completamente normal. La atracción es una respuesta natural y humana que no tiene por qué significar que no estamos satisfechos en nuestra relación. Uno de los mitos del amor romántico es pensar que cuando uno está enamorado, sólo tiene ojos para esa persona, y no es posible sentir nada más por otro, ya que si no esto significa que no lo queremos realmente. El amor y las relaciones son un poco más complejas que esto. Y es que, cuando llevamos un tiempo con nuestra pareja, es inevitable que podamos sentir interés o curiosidad por otras personas, ya que éstas supondrán una novedad en nuestra rutina.
Sin embargo, es posible que cuando pensamos o sentimos atracción por otras personas pensemos que estamos siendo una mala pareja, que los estamos engañando y nos podemos sentir muy culpables. Incluso, es posible que dudemos de si realmente queremos o no a nuestras parejas. Esta inquietud puede convertirse en una ansiedad tan intensa que puede dar lugar a obsesionarse con la idea de querer o no a la pareja. Por eso, es importante que normalicemos el sentir atracción por otros, ya que prohibirse pensar en ello dará lugar a que estos pensamientos aparezcan con más fuerza.
Habla con tu pareja sobre tus preocupaciones
Es difícil distinguir si esto que nos pasa será algo pasajero o un sentimiento más profundo, sobre todo si llevamos un tiempo notando esa atracción o dándole vueltas. Como hemos comentado anteriormente, la atracción momentánea se puede convertir en una obsesión si damos mucha importancia a esos pensamientos o sensaciones porque no queremos tenerlos.
Sin embargo, si sentimos atracción por una persona desde hace un tiempo de manera consistente es posible que esto pueda tener algún impacto en nuestra relación. Por eso, es necesario tener en cuenta algunos aspectos importantes para desgranar mejor qué nos está ocurriendo y poder actuar en consecuencia.
Las atracciones suelen estar centradas en aspectos físicos o situaciones específicas. Si por el contrario los sentimientos aparecen por experiencias de conexión emocional y comprensión mutua, entonces hablamos más de intimidad. Así, podemos notar esta conexión emocional si tenemos deseos de compartir aspectos importantes de nuestra vida con esa persona, y no sólo momentos de diversión.
La atracción y el deseo puede llevarnos a imaginar cualidades positivas en la otra persona o a darle muchas vueltas a gestos de cercanía o amabilidad, cuando en realidad no la conocemos ni conocemos las verdaderas intenciones detrás de sus actos. Debemos tener cuidado y tratar de verlo con objetividad, ya que de lo contrario, esa idealización puede llevarnos a sentir emociones intensas que no tienen por qué corresponderse con la realidad.
El deseo sexual puede hacernos sentir sensaciones intensas por personas que nos parecen atractivas, independientemente de que tengamos pareja estable. Si bien esto de por sí es comprensible que pase, no lo sería tanto el dejarse llevar por ellos.
También es posible que nos guste mucho una persona por sus cualidades, sus habilidades para comunicarse, su personalidad abierta y social, su carrera profesional… y que las emociones intensas que sintamos no tengan que ver con el atractivo sexual y no por eso significa que estamos enamoradas de la persona.
A veces la atracción por otra persona se debe a que nos aporta ciertas cosas que echamos en falta en nuestra vida. El estrés o la rutina diaria pueden ser caldo de cultivo para que alguien novedoso o que nos genere curiosidad agregue un factor emocionante e intenso al que quedamos enganchados.
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La autoexigencia constructiva cambia según la persona que la padece, no obstante eso, puede mostrar signos comunes como:
Si te sientes identificada con el tipo de autoexigencia destructiva y te lleva a experimentar malestar y te limita en tu día a día te animo a trabajarlo en terapia psicológica para poder tener las herramientas necesarias para gestionarla y que pueda llegar a ser constructiva. Además, si el miedo a hablar en público es un obstáculo para ti, considera buscar terapia para superar el pánico escénico, lo cual puede ayudarte a manejar mejor tus expectativas y a sentirte más segura en situaciones sociales.
Nuestras Reseñas
Soy psicóloga sanitaria y trabajo con diferentes problemáticas relacionadas con el estado de ánimo, ansiedad, situaciones vitales estresantes (problemas familiares, laborales, de pareja…), relaciones sociales y autoestima tanto en adultos como en jóvenes.
Siempre he tenido mucho interés en investigar sobre el cerebro y la conducta humana, y por ello, combiné el grado de Psicología con la colaboración en un grupo de investigación en psicobiología. Al terminar la carrera, realicé el Máster en Psicología General Sanitaria.
Actualmente, combinándolo con mi trabajo como terapeuta, estoy haciendo el Doctorado en Psicología en la Universitat Jaume I, investigando sobre el uso de las nuevas Tecnología de la Información y la Comunicación (TICs) en la terapia psicológica, como son el uso de la realidad aumentada y la terapia online.
Nº Colegiada: CV16304
Soy psicóloga sanitaria y trabajo con diferentes problemáticas relacionadas con el estado de ánimo, ansiedad, situaciones vitales estresantes (problemas familiares, laborales, de pareja…), relaciones sociales y autoestima tanto en adultos como en jóvenes.
Siempre he tenido mucho interés en investigar sobre el cerebro y la conducta humana, y por ello, combiné el grado de Psicología con la colaboración en un grupo de investigación en psicobiología. Al terminar la carrera, realicé el Máster en Psicología General Sanitaria.
Actualmente, combinándolo con mi trabajo como terapeuta, estoy haciendo el Doctorado en Psicología en la Universitat Jaume I, investigando sobre el uso de las nuevas Tecnología de la Información y la Comunicación (TICs) en la terapia psicológica, como son el uso de la realidad aumentada y la terapia online.
Nº Colegiada: CV16304