¿Alguna vez te has sentido de maravilla un día y al día siguiente, sin razón aparente, te ha invadido el cansancio o te has notado más sensible? Es posible que esta sensación de montaña rusa emocional tenga que ver con el ciclo menstrual. A lo largo del ciclo menstrual, nuestro cuerpo experimenta cambios que no solo afectan a nivel físico, sino también a nivel mental y emocional.
En este artículo, exploraremos cómo las hormonas impactan en nuestro estado de ánimo y nuestra energía, y abordaremos algunas recomendaciones para aprender a llevar estos cambios de manera más consciente de nuevo hacia el equilibrio emocional.
El ciclo menstrual es un proceso natural que ocurre en personas que tienen útero como parte de su sistema reproductivo. Normalmente dura una media de 28 días, pero puede variar entre los 21 y 35 días.
Está compuesto por cuatro fases: menstrual, folicular, ovulatoria y lútea. Durante estas fases, tienen lugar una serie de cambios hormonales que afectan la estructura del útero. Estos cambios están dirigidos a preparar al cuerpo para un posible embarazo. Cuando éste no se da, la menstruación es la fase en la que se desprende el revestimiento del útero que lo preparaba para acoger al óvulo fecundado, y por eso se produce el sangrado que conocemos como la regla.
A lo largo de esos 28 días, los niveles de estrógeno y progesterona fluctúan. Estas hormonas no solo producen cambios físicos, sino que también influyen en el ánimo, la energía y la motivación. Conocer cómo vivimos las distintas fases y las características de cada una es fundamental para ajustar nuestras rutinas y obligaciones a dichas alteraciones. Esto no significa que el ciclo menstrual reduzca nuestra capacidad para realizar tareas, sino que aporta información sobre el nivel de energía y motivación desde el que partimos en cada fase para afrontarlas de la mejor manera.
Transita hacia el autocuidado
Las hormonas sexuales, como los estrógenos y la progesterona, regulan procesos reproductivos y tienen efectos relevantes en el cerebro. Además, en la fase de ovulación participa la hormona luteinizante (LH).
Los estrógenos están asociados a una mayor vitalidad, mientras que la progesterona tiene un efecto más calmante y preparatorio para el embarazo.
Tras la menstruación, comienzan a producirse estrógenos, y sus niveles alcanzan el pico máximo durante la ovulación. A nivel cerebral, esto se relaciona con una mejora del estado de ánimo, la motivación y la energía. La interacción de los estrógenos con neurotransmisores como la serotonina y la dopamina puede generar sensación de mayor creatividad y productividad.
En la ovulación se produce el pico más alto de estrógenos y aparece la hormona luteinizante. En consecuencia, es común sentir mayor seguridad, optimismo y extroversión, así como un aumento de la líbido, lo que contribuye a la sensación de vitalidad.
Tras la ovulación, disminuyen los estrógenos y la progesterona potencia el neurotransmisor GABA, reduciendo el estrés pero pudiendo provocar fatiga o sensación de letargo. Esta fase premenstrual se caracteriza por una mayor sensibilidad emocional y vulnerabilidad a cambios de humor como irritabilidad o ansiedad.
Durante la menstruación, disminuyen los niveles de estrógenos y progesterona, lo que afecta el equilibrio de neurotransmisores como la serotonina. Esto se vincula a emociones desagradables como ansiedad, irritabilidad, tristeza o cansancio emocional, y a una menor capacidad para gestionar el estrés. También es común la necesidad de estar sola y reflexiva.
Nuestra salud mental, emociones y niveles de energía están influidos por múltiples factores que interactúan entre sí, por lo que es muy difícil determinar causas y efectos específicos. Algunos aspectos pueden aumentar la vulnerabilidad a los cambios de humor provocados por las fluctuaciones hormonales:
No estás sola en este camino
Te ofrecemos un espacio seguro donde puedes hablar y ser escuchada sin juicios.
Conocer las fases y sus efectos psicológicos permite planificar la rutina para aprovechar los beneficios y cuidarse en las fases de menor actividad y energía. No es justo exigir el mismo nivel de productividad constantemente cuando el cuerpo cambia.
Durante esta fase, prioriza el descanso y actividades que no requieran mucho esfuerzo físico o mental. Si no es posible, presta atención a descansar posteriormente. Ejercicios de estiramiento o yoga pueden ayudar a aliviar molestias.
En esta fase es más probable sentirse productiva, optimista y creativa. Aprovecha para tomar decisiones, iniciar proyectos o realizar ejercicios intensos.
Con un pico de energía, motivación y ganas de socializar, es un buen momento para actividades que requieran confianza, como presentaciones importantes o iniciar algo nuevo.
Al descender la energía y aparecer síntomas físicos como hinchazón o dolores de cabeza, prioriza el descanso, el autocuidado y actividades físicas suaves como caminar o estiramientos.
Registrar durante al menos 28 días los niveles de cansancio, la confianza en ti misma, emociones y pensamientos recurrentes en cada fase ayuda a conocer tus fluctuaciones y ajustar tu rutina.
Esperamos que esta información te haya resultado útil para estar más conectada con tus ciclos internos, aprovechar los momentos de mayor energía y gestionar los días en los que te sientas más vulnerable.
Si notas que los desajustes provocan mucho malestar o se te hace complicado lidiar con ello, en Psicología Maria Palau estaremos encantadas de acompañarte en el proceso.
Nuestras Reseñas
Soy psicóloga sanitaria y trabajo con diferentes problemáticas relacionadas con el estado de ánimo, ansiedad, situaciones vitales estresantes (problemas familiares, laborales, de pareja…), relaciones sociales y autoestima tanto en adultos como en jóvenes.
Siempre he tenido mucho interés en investigar sobre el cerebro y la conducta humana, y por ello, combiné el grado de Psicología con la colaboración en un grupo de investigación en psicobiología. Al terminar la carrera, realicé el Máster en Psicología General Sanitaria.
Actualmente, combinándolo con mi trabajo como terapeuta, estoy haciendo el Doctorado en Psicología en la Universitat Jaume I, investigando sobre el uso de las nuevas Tecnología de la Información y la Comunicación (TICs) en la terapia psicológica, como son el uso de la realidad aumentada y la terapia online.
Nº Colegiada: CV16304
Soy psicóloga sanitaria y trabajo con diferentes problemáticas relacionadas con el estado de ánimo, ansiedad, situaciones vitales estresantes (problemas familiares, laborales, de pareja…), relaciones sociales y autoestima tanto en adultos como en jóvenes.
Siempre he tenido mucho interés en investigar sobre el cerebro y la conducta humana, y por ello, combiné el grado de Psicología con la colaboración en un grupo de investigación en psicobiología. Al terminar la carrera, realicé el Máster en Psicología General Sanitaria.
Actualmente, combinándolo con mi trabajo como terapeuta, estoy haciendo el Doctorado en Psicología en la Universitat Jaume I, investigando sobre el uso de las nuevas Tecnología de la Información y la Comunicación (TICs) en la terapia psicológica, como son el uso de la realidad aumentada y la terapia online.
Nº Colegiada: CV16304